Recurrir a pequeños peces –procedentes de Turquía o Asia– para realizar un peeling natural en los pies es la última moda en estética, pero puede salir muy caro para la salud.
El Colegio Oficial de Podólogos de Galicia (Copoga) alerta de que la ictioterapia –técnica por la que se eliminan las durezas y pieles muertas de los pies al introducirlos en una urna donde decenas de peces succionan los desechos de la epidermis– es una fórmula de adquirir infecciones o incluso patologías más graves como el VIH o la hepatitis B. «Nos basamos en un estudio que realizó la Agencia de Protección de Salud de Reino Unido en donde se alerta de que aunque parece un tratamiento inocuo y el riesgo es bajo, existe la posibilidad de contagio de estas enfermedades», señala Borja Pérez, miembro de la directiva de Copoga.
El peligro de la ictioterapia puede llegar