Es más que una simple palabra, es un verbo, con lo cual, constituye una intención, una acción, un HECHO.
Tener un motivo como este para volver a escribir en el apartado de fisioterapia del blog, no tiene parangón.
Hace 5 meses acudió a CREDUS nuestro amigo (desde aquel primer momento) José Carlos, operado de reconstrucción de LCA (ligamento Cruzado anterior). Tuvo cita conmigo, el fisioterapeuta del centro, para saber que se podía hacer con una rodilla que apenas había cumplido 2 semanas desde su operación. Tras ese encuentro, nos dimos la mano y comenzó un bonito camino juntos, un camino que me hizo recordar (como otras tantas vivencias de mi profesión) porque me hice fisioterapeuta. Pero aquí el protagonista es José Carlos, protagonista por:
- No esperar para ponerse en manos de un profesional titulado, teniendo claro que todo lo que se pudiera hacer, lo quería hacer.
- Las ganas de trabajar.
- La implicación en su recuperación, empoderándose, tomando las riendas de todo el proceso de rehabilitación.
- Respetando al profesional.
- CONFIANDO en ÉL, CONFIANDO en Mí, siempre con ganas de saber el porqué de lo que hacíamos y yo encantado de explicárselo.
De ahí el título de este post: ¡CONFIAR!
A mí, Manu, su elección de profesional, solo me queda darle, darte, porque sé que estás leyendo esto, darte las gracias por llevar hasta su máximo extremo de acción la palabra CONFIANZA, porque además, tu sabes que el trabajo que hay detrás no es solo el de sudar en sala, si no todo lo de estudio y control/evaluación continuo que hay detrás de todos esos pequeños resultados diarios, que han sumado para el gran y buen (según tus sensaciones y según mis valoraciones) resultado final.
Por último dejo tus palabras textuales de agradecimiento y se las transmito a toda la familia que formamos CREDUS:
“Gracias , gracias y gracias a CREDUS, gracias por ser tan profesionales, gracias por ser una familia, porque cuando entras, te hace sentir parte de ella; gracias Conchi por esa sonrisa eterna y como no, gracias Manu, porque te apasiona tu profesión y eso se traslada al paciente: motivación, esfuerzo y trabajo.
Un año después vuelvo a sentir el aire en la cara, a tener dolores en las piernas, calambres en los gemelos, a sudar…
¡¡¡Muchas gracias!!!»
GRACIAS A TI JOSÉ CARLOS.