El alcohol se puede considerar una droga y su presencia en los fluidos corporales es causa de descalificación en algunos deportes.
El alcohol tiene un importante impacto sobre el rendimiento deportivo. Puede disminuir la tensión y la inseguridad, dando mayor confianza por la vía psicológica y no fisiológica. Si la dosis es mayor, interfiere levemente con el rendimiento motor, coordinación, velocidad de reacción, toma de decisiones, e incluso parámetros fisiológicos como VO2 Máx, FC, Picos de lactato, etc. Si la dosis supera los 0,10 mg/litro, hay intoxicación que compromete de manera negativa el rendimiento físico, con deterioro de las facultades mentales. Además, si el ambiente es frío, el alcohol aumenta la deshidratación y la hipotermia.