El pasado día 10 celebramos nuestra ya tradicional comida de Navidad en un ambiente super bueno, y en el mejor entorno, pero sobre todo…POR ESTAR CON VOSOTR@S.
Como ya nos tiene mal acostumbrados nuestro poeta Cazorla, nos deleitó un año más con su poema a Credus…donde tod@s l@s que acudimos a la comida, se llevó su ración de orquesta 🙂
Esperamos que os guste tanto como a nosotros…una vez más…¡GRACIAS CAZORLA!
El Concierto de Credus
Conesa mirada astuta
que luce cuando te pesa
o te mide y te procesa,
alza firme la batuta
y a este grupo se dirige:
a todos hace ensayar
en los tonos del sudar
cuando no duda y corrige
los sonidos de tu dieta,
o el ritmo de tus sesiones,
o el baile de sensaciones
que canta tu bicicleta.
Tiene en frente gran orquesta
repleta de virtuosos,
de músicos monstruosos
y gente que está dispuesta
a vibrar con las mancuernas
y solfear con los pedales,
a entonar abdominales
con acordes de las piernas.
La solista lo vigila
desde un puesto principal,
sentada en su pedestal
de gran jefa y de pupila.
Vigila que el instrumento
de tan magna dirección
siga el ritmo con pasión
y termine tan contento.
Los del centro, los violines,
son chavales sonrosados,
son maestros entrenados,
son mozuelos preparados…
¡Son los grandes trialetines!
Concertistas todos ellos
cada uno en su parcela,
aspirantes a gacela
que beben como camellos.
Jose Ángel en persona
compuso la melodía
de partir en familia un día
con su Asun, campeona,
rumbo al más duro concierto,
a una prueba para experto:
el Iron de Barcelona.
Y a ritmo de peine vamos
cuando el Meji, cariñoso,
a ratos pelín ansioso
nos grita: ¿Cuándo empezamos?
Menos mal que asegurada
tenemos esta función,
y sin duda la agrupación
está bien acorazada
con atletas polizontes:
esta Carmen sonriente
y el Alberto aquí presente,
vigilando el horizonte.
Horizonte que ya amplía
Moraleda y su pandilla,
pues ya ven a esta chiquilla
creciendo con alegría.
Alegrías, de las buenas,
las que tiene este Alejandro,
que corriendo y no andando
se atreve con Las Arenas.
///O este gran frente coriano:
la María y Agustín
(que no sé si es triatletín)
con este solista enano
que seguro correrá
por zaguanes y pasillos,
cuartos y descansillos
y a los dos entrenará.///
A otro lado de la banda,
donde soplan otros vientos,
suenan siempre muy atentos
los tonos de zarabanda
de trompetas y trombones,
flautas y clarinetes,
que a ritmo de falsetes
con ovarios y cojones
desde Credus ejecutan
un David nutricionista
y una Sandra que es artista
de los pies que se disputan
crosses y maratones.
Y una Bea, la chavala,
que lo mismo está en la sala
o vence en las duatlones.
Y una Conchi que es capaz,
con las teclas de su risa,
de romperse la camisa
y ayudar de forma audaz
a un negrito o a Natalia
y a cualquiera que le pida
un poquito de su vida
sin perder ni una sandalia;
con Francisco, su trombón,
que lo mismo la seduce,
en la moto la conduce
y se la baja al pilón.
Y ese Pepe que comienza
la carrera del negocio
de vender con algún socio
lo ya usado y sin vergüenza.
O ese Dani, y me repito,
más no quiero ser coñazo
si te recuerdo el puntazo
de tu estirar favorito.
Ya paso a la percusión,
pues sin ella no hay orquesta
que no quede bien compuesta
por un equipo de acción:
Nuestro Antonio, gran hispano,
que a ritmo de jefatura
se atreve con la más dura
prueba del veterano.
///Y otro hispano, Juan Rollán
que entrena como ninguno
con su tono de aceituno
y su pinta de Tarzán.///
O Luis Mayo en sintonía,
que tras firme entrenamiento
culmina con fundamento
un Iron en Germanía.
Y la gacela Ezequiel,
que es viajero impenitente
que no corre, lo siguiente,
y vive en su luna de miel.
Pero el grupo no funciona
sin los ágiles trompetas
que sudan las camisetas
de estas jóvenes personas:
deportistas que son base
de esta grande sinfonía
que supone lozanía
del gran Carlos que es un clase
vestido de colegiado
o empollando pa madero;
e Iván que para bombero
dice que está preparado.
Y Rafa, que apunta fuerte
viendo claro su futuro
de un olímpico seguro
luchando por ello a muerte.
O los chicos que improvisan
escapando de lesiones
y corriendo en ocasiones
cuidando por donde pisan:
Carmencita de los lunes,
corredora repentina,
o Luis Rubio en la piscina,
nadador de los comunes
que al tenis quiere volver,
y hasta el gran Ángel Pineda
que entre cinta y rodillo enreda
pal cuerpazo mantener.
Y aquí arriba, en plena acción,
los artistas invitados
disfrutamos encantados
de esta única función:
Juan Tribuna, mi cigarra,
tiene cuerda pa carreras,
para pruebas venideras
y hasta para su guitarra,
con Marta, su concertista,
renovada triplanera,
musical compañera
que es ahora hasta bañista.
Y Pilar, mi primavera,
triatleta que me apoya
y me sujeta bien la… cadera
siendo artista verdadera,
mi solista principal.
Y ahora el cuarto movimiento
de esta nueva fantasía
y deportiva sintonía
es un brindis al momento,
es un brindis al trabajo,
constancia y motivación.
Esto es una invitación
a ser todos del…
Club Deportivo Credus
José Antonio Gómez Cazorla