Acude a nuestro centro una paciente de 24 años de edad, con molestia en la uña.
Antecedentes:
De pequeña se le cae un objeto de elevado peso en el pie, provocando la pérdida de la uña en ese momento y que en posteriores años la uña crezca de una manera irregular, anómala y patológica.
La uña se encuentra despegada, engrosada, de un color blanquecino y amarillento, se recomienda a la paciente una quiropodia (corte, fresado de uñas y eliminación de callos y durezas) con una exhaustiva limpieza de la uña. Es un procedimiento indoloro.
Se procede a el corte de la uña en las zonas despegadas y al fresado de la misma que proporciona una disminución del grosor de la uña.
Por otra parte, se pauta una terapia anti – fúngica (anti hongos), mediante un tratamiento local, ya que la uña al haberse llevado mucho tiempo despegada, podría desarrollar en algún momento hongos en dicha lámina e incluso avanzar hacia la matriz de la uña, que es donde nace la misma, y provocar que la paciente nunca se pueda deshacer de los mismos, por lo que pautamos dicho tratamiento preventivo.
Se le recomienda a la misma además de la quiropodia, una reconstrucción de la lámina ungueal (de la uña), mediante reconstrucción con gel y clotrimazol (un antifúngico), a lo que la paciente, procede a hacerse, ya que la uña no es únicamente un elemento estético si no un elemento de protección a la deformación del dedo mientras que recibe impactos al caminar.
Para las sucesivas revisiones, se recomienda que la paciente acuda cada mes y medio – dos meses a revisión para eliminar las posibles zonas despegadas de la uña y que de tal manera, evitemos problemas o patologías derivadas de la misma, mediante un control de tratamiento y mantenimiento de la uña.
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María Carretero.