Una de las patologías que más nos encontramos en nuestro gimnasio es la osteoporosis. Enfermedad ósea muy común en mujeres postmenopáusicas principalmente. A lo largo de este artículo daremos una pequeña introducción, además de comentar la epidemiología, patogenia, etiología, diagnóstico y principales recomendaciones de la enfermedad.
INTRODUCCIÓN
La osteoporosis es una enfermedad de gran prevalencia e importancia que afecta al esqueleto, haciendo que los huesos sean de menor calidad, más frágiles, y por ello más propensos a sufrir una fractura. Se define por tanto como un trastorno óseo sistémico progresivo caracterizado por una baja masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, con el aumento de la fragilidad ósea y la predisposición a sufrir fracturas.
EPIDEMIOLOGÍA
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia se estima en un 30% de las mujeres caucásicas, pero hay no queda eso, asciende hasta en un 50% en mujeres de más de 70 años. Un estudio determinó que EN 2010 1,9 millones de mujeres mayores 50 años padecían OP en el año 2010.
PATOGENIA
Desequilibrio prolongado en el tiempo entre la formación y reabsorción ósea, especialmente en el grupo de mujeres mayores de 40 años, cuando su función ovárica cesa.
ETIOLOGÍA
Su prevalencia es difícil de establecer ya que es una enfermedad asintomática. No obstante, en este esquema podemos observar los principales factores de riesgo que desembocan finalmente en esas fracturas osteoporóticas.
DIAGNÓSTICO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el criterio diagnóstico de osteoporosis y osteopenia en base a la densidad mineral ósea (DMO o BDM). Así, cuando el paciente llegue a nuestro gimnasio, deberá presentar el certificado médico que la/lo habilite a realizar actividad física de forma segura. Además de presentar la densitometría para establecer los diferentes ejercicios a realizar en función de su T – score
POSIBLE INTERVENCIÓN
De este modo, una vez dado esta pequeña introducción acerca de la enfermedad, nuestra intervención dependerá del diagnóstico densitométrico. No obstante, nuestra intervención, contendrá
- Trabajo de impacto: siempre dentro de los límites del dolor y aumentando según vayan tolerando, siempre progresivo y buscando esa mejora a nivel óseo.
- Trabajo de fuerza: a alta intensidad, pero adaptándonos al cliente y experiencia previa. Buscando esa mejora en la capacidad funcional y calidad de vida.
- Trabajo de equilibrio: como hemos visto esta enfermedad esta muy relacionada con el riesgo de caídas, por tanto, un trabajo de equilibrio disminuiría dicho riesgo. Una posible recomendación podrían ser los ejercicios OTAGO.
- Aspecto nutricional: un aspecto incluso más importante que la propia actividad física es llegar a los valores mínimos recomendados tanto de calcio (1200-1500 mg/día) como de vitamina D (>800 UI/día)
Espero que después de este pequeño artículo tengáis algo más de conocimiento acerca de esta enfermedad tan común. Decir también, que todas estas recomendaciones están basadas en artículos científicos.
Si padeces esta u otro patología, te podemos ayudar aquí.
Daniel Valverde.