Hoy he visto un artículo muy interesante, bueno no, MUY INTERESANTE, de una persona con bastante experiencia en el mundo del sol, de los deportistas, y de estar muchas horas fuera de su casa…y quiero compartirlo con vosotr@s porque realmente es algo muy pero que MUY importante: EL SOL y cómo evitarlo.
Muchos de vosotros vais vacilando de las marcas que habéis conseguido en tal o cual entrenamiento, en tal o cual competición, estáis negros “ a trozos” y eso mola según vosotros.
Pero tenéis que tener en cuenta que eso es un peligro que podéis evitar solo con protegeros. Os gastáis montones de dinero en bicicletas, neoprenos, inscripciones, fisioterapeutas, nutricionistas…y nunca se os ha ocurrido visitar un dermatólogo que os examine, que vea las posibilidades de riesgo y que os aconseje como protegeros de la exposición exagerada al sol.
No quiero asustaros pero tenéis que conocer algunos de los problemas importantes y uno de los principales es el cáncer de piel.
En el mundo cada año se diagnostican entre dos a tres millones de casos de cáncer de piel no melanoma así como 132.000 melanomas malignos. Sin embargo, cuanto antes se detecte, mayores son las posibilidades de curación. De hecho, el 90% de los casos de cáncer de piel se curan si se detectan a tiempo.
La exposición al sol y a la radiación UV puede provocar cambios en el aspecto de los lunares que derivan en lesiones cancerosas. De hecho, entre un 50 y un 70% de los casos de cáncer de piel se deben a una sobreexposición al sol o los rayos UVA y UVB (cabinas solares).
Consulta a un dermatólogo si aparece alguna lesión solar o aprecias cualquier cambio en un lunar. Entre las visitas al especialista, ¡mantente vigilante y examina tus lunares.
LUNARES Y SOL: UNA MALA COMBINACIÓN
La exposición solar durante la infancia y adolescencia influirá en el número de lunares que podamos desarrollar en la piel, así como en su tamaño. Sin embargo, cuantos más lunares tenga una persona, mayor es su riesgo de desarrollar cáncer de piel; de hecho, un 35 % de los casos de cáncer de piel se desarrolla a partir de un lunar existente.
Por ello, para minimizar la aparición de nuevos lunares, es esencial garantizar una protección solar eficaz a niños y adolescentes. Además, la radiación solar sobre lunares existentes puede provocar la aparición de lesiones que pueden llegar a ser cancerígenas. Por lo tanto, también es importante adoptar buenos hábitos de protección de los lunares, tal como haces con tu piel.
PROTEGE TUS LUNARES
¿Buscas una crema con color de rápida absorción? ¿Un gel ultra-fluido? ¿Una leche untuosa? o ¿un protector solar especialmente diseñado para la piel de los niños? Visita el sitio de diagnóstico solar para encontrar la protección que mejor se adapte a tus necesidades. Recuerda, la detección precoz del cáncer de piel aumenta las posibilidades de curarlo.
BUENOS HÁBITOS PARA UNA ALTA PROTECCIÓN DURANTE LA EXPOSICIÓN SOLAR
Entre un 50 y un 70% de los casos de cáncer de piel se debe a la sobreexposición a los rayos UVA y UVB; por ello, es esencial seguir unas sencillas normas adicionales al uso de una crema solar.
Evita exponerte al sol entre las 12:00 y las 16:00 de la tarde.
Opta por la sombra en lugar de una exposición directa.
Aplícate la protección solar cada dos horas.
Reduce la exposición solar de los niños al máximo pues su piel es mucho más sensible que la adulta. La ropa y los complementos (sombreros camisetas y gafas de sol) siguen siendo la mejor protección frente a las rayos UV.
Si estamos en pleno verano, mola enseñar las “quemaduras” de tal o cual triatlón o entrenamiento, pero déjate de “chulearte” y acude al dermatólogo quizá sea tu mejor decisión.
Fuente: Felipe Gutiérrez